Este verano hemos visto como la isla de Gran Canaria ha sufrido varios incendios de una magnitud fuera de lo habitual, semejantes al que se desató en el año 2016 en la isla de La Palma.
En Agosto, haciendo senderismo por algunas zonas afectadas por el incendio de hace 4 años, he podido observar la peculiar característica que posee el Pino Canario.
Este Pino es una de las pocas especies de árboles que no muere después de un incendio, tan solo mueren totalmente sus ramas más finas o débiles, pero las zonas más gruesas como el tronco y las ramas robustas siguen vivas, así a los pocos meses empiezan a rebrotar vástagos de las hojas en las ramas que no llegaron a quemarse totalmente y a crecer nuevas ramas desde el tronco.
A PESAR DE ESTO, CON EL PASO DEL TIEMPO Y EL PERMISO DE PIRÓMANOS E IRRESPONSABLES, EL PINAR SE RECUPERARÁ PLENAMENTE.